martes, 1 de mayo de 2018

PALACIO DE LA ADUANA-CASA DE CONTRATACIÓN DIPUTACIÓN PROVINCIAL

El 12 de mayo de 1717 el monarca Felipe V firmó el Decreto mediante el cual las dos principales instituciones del comercio con las indias, la Casa de la Contratación y el Consulado se trasladan desde Sevilla a Cádiz, aunque ya a finales del XVII la flota que hacía la Carrera salía al completo de Cádiz. La acumulación de sedimentos en el Guadalquivir y el dinero ofrecido al Rey por la poderosa comunidad de comerciantes gaditanos consiguieron este traslado, y lo que es más importante, el monopolio del comercio con América.


Personas fundamentales en la pugna con Sevilla fueron el abogado Francisco Manuel Herrera, nacido en Arcos de la Frontera, diputado de Cádiz en las Cortes y durante dos años alcalde mayor, el ministro de Felipe V José Patiño nacido en Milán, que también impulsó el desarrollo de la industria naval gaditana, y el almirante gaditano Andrés Matías de Pez y Malzarraga descendiente de vizcaínos.

La Casa de Contratación se instaló en Cádiz primero en un edificio arrendado al conde de Alcudia en la plaza de San Agustín, para pasar luego a otra propiedad, esta vez del marqués de Torresoto, calle San Francisco esquina del Rosario. En 1764 el Rey Carlos III dio la orden de construir el edificio de la Aduana  en una ampliación del fuerte de San Antonio, coincidiendo con un amplio plan para reconstruir las murallas colindantes con la zona del puerto.  Está situado en uno de los laterales de la Plaza de España  junto al Monumento a las Cortes de 1812.


Se proyectó un gran complejo que incluiría la Aduana, el Consulado y la Casa de Contratación propiamente dicha. Las obras se iniciaron en 1764 y se acabaron en 1783, resultando un edificio sobrio y elegante, del mejor estilo neoclásico con un coste de casi ocho millones de reales. Gracias a ello la zona del puerto y sus casas colindantes cobraron un importante valor comercial.

Las obras fueron dirigidas por el ingeniero Juan Caballero. El edificio está construido con la sobriedad del academicismo castrense, tiene planta rectangular y organiza sus dependencias en torno a dos patios cuadrangulares. En el exterior las fachadas van articuladas por medio de pilastras gigantes de fuste estriado dispuestas sobre un alto zócalo que engloba la planta baja. 


Entre las dependencias interiores destaca el Salón Regio profusamente decorado siguiendo el gusto isabelino con motivo de la visita de la reina Isabel II.
Fue la sede de la Regencia durante el asedio de las tropas napoleónicas y en 1862 residencia de Isabel II durante su visita a la ciudad.
Es la sede de la Diputación Provincial desde 1846.  


En la planta baja y patios del edificio se realizan numerosas exposiciones y actividades culturales durante todo el año.

No hay comentarios:

Publicar un comentario