La iglesia de San Antonio de Padua, situada en la Plaza del mismo nombre, se levanta a mediados del s. XVII sobre la antigua ermita de San Antonio, ya pequeña para el aumento de la feligresía, debido a la urbanización del antaño denominado “Campo de la Jara” a principios del mil seiscientos. Este nuevo barrio fue residencia de importantes familias de banqueros y comerciantes atraídos por el próspero comercio en la Carrera de Indias.
Las obras fueron impulsadas por la Hermandad de San Antonio a mediados del s. XVII y terminaron el 7 de julio de 1669. Un año muy importante para la historia de esta iglesia es el de 1787 cuando se convierte en parroquia junto a la del Rosario y la de San José, quedando por tanto, independiente de la Catedral.
El edificio ha experimentado diversas reformas a lo largo de su historia, siendo la más destacada la llevada a cabo a mediados del s. XIX, mediante la cual se hizo presente la estética neoclásica, gracias al carácter cosmopolita de la ciudad, abierto a las nuevas ideas.
Tiene planta de cruz latina con tres naves, la principal dividida en cuatro tramos por pilastras. La cubierta es de bóveda de medio cañón con lunetos, situándose en el crucero una cúpula semiesférica sobre pechinas, rematada por linterna
Esta iglesia tiene una exposición permanente de arte sacro, visitable previa petición de cita, en ella se puede contemplar uno de los grandes tesoros del arte religioso en Cádiz, caracterizada por su diversidad de escuelas y cronología: obras del barroco sevillano como las de Luisa Roldán "La Roldana" y del taller de su padre, singulares esculturas italianas de la escuela genovesa y napolitana, pinturas y orfebrería mejicanas, y hasta una gran legado de ajuar litúrgico.
El retablo mayor de la iglesia es levantado en 1856 por el arquitecto neoclásico Manuel García del Álamo que para su realización se basó en un diseño del arquitecto Martín Rodríguez, de finales del s. XVIII. En el banco del retablo (zona inferior) se ubica el Sagrario rematado por un templete que servía de manifestador, es decir, el lugar donde se exponía a la Sagrada Forma en la custodia para adoración de los fieles. En la calle central, presidiendo, se encuentra la Virgen del Patrocinio flanqueada por San Antonio de Padua y San Francisco de Paula, todas ellas encargadas al escultor sevillano Pedro Roldán para el primitivo retablo. En el ático del retablo se encuentra San Hiscio que según la tradición fue el primer obispo de Carteia.
De gran interés es su Capilla Sacramental o del Sagrario, situada en el lado de la Epístola, y cuya construcción se inicia en el año 1868 por Ortiz de Vierna. Su composición neoclásica es muy representativa de la arquitectura isabelina gaditana, evocadora de la estética florentina del Quatroccento. La mesa del altar es de estilo neorrománico y sobre ella se encuentra el Sagrario, de estilo neogótico. A la capilla da acceso una reja de hierro fundido del siglo XIX con vistosa ornamentación isabelina, ante la cual hay una lámpara de plata de estilo rococó.
La plaza de San Antonio, guardaba el pozo de agua potable más importante de la ciudad, tras su urbanización quedó embellecida con nobles casas cómo el Palacete de Aramburu, el Casino Gaditano, el Café Apolo,.. y se convirtió en la segunda plaza de la ciudad después de la de Corredera Ha sido lugar de importantes acontecimientos históricos en como la promulgación de la Constiticion de 1812, y en ella se realizaban todo tipo de actividades, entre ellas el de plaza improvisada de toros.
En la actualidad sigue siendo un lugar de celebración de muchas actividades, entre otras el pregón del carnaval, también se ha construido un parking subterráneo.
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