viernes, 4 de mayo de 2018

ORATORIO DE LA SANTA CUEVA


Está situado en la calle Rosario, 10 .
El origen del oratorio está en la congregación de la Madre Antigua, asociación religiosa que centraba sus objetivos en las prácticas contemplativas y penitenciales. Entre sus miembros estaba el sacerdote José Sáenz de Santamaría, Marqués de Valde-Iñigo, personaje destacado de la sociedad gaditana de finales del siglo XVIII que financió las obras, así como la reconstrucción de la Parroquia del Rosario adjunta. Heredó el título y la fortuna de su sobrino el I Marqués de Valde-Iñigo que murió sin sucesión en 1780.

El edificio es uno de los máximos exponentes de arquitectura neoclásica religiosa en Andalucía, obra de los arquitectos Torcuato Cayón y Torcuato Benjumeda.
El exterior es de gran sencillez, articulándose por medio de pilastras dóricas. 

El interior consta de dos capillas superpuestas a las que se accede por un pequeño atrio. La capilla subterránea tiene forma rectangular dividida en tres naves, carece de elementos decorativos. Solo tiene un altar que dispone sobre una mesa de mármol un calvario de madera policromada, todo en una gran penumbra sólo rota por la tamizada luz central que cae sobre el calvario. Para este ambiente Valde-Iñigo, encargó una pieza musical al compositor alemán Joseph Haydn, que la tituló Las Siete Últimas Palabras de Nuestro Salvador en la Cruz, que acompañaba en la mañana del Viernes Santo, la predicación de las siete últimas palabras de Cristo.

Pero lo más impresionante de este Oratorio es la capilla superior, realizada entre 1793 y 1796. Es de planta oval, conocida como la del Santísimo Sacramento por estar dedicada a la exaltación de la Eucaristía. Su profusa decoración pictórica y escultórica contrasta con la de la capilla subterránea: altorrelieves en estuco, columnas jónicas en jaspe y plata, parejas de ángeles, pinturas al fresco en la cúpula, y un espléndido Sagrario en el altar principal.

Además, esta capilla alberga cinco magníficos lienzos, siendo tres de ellos obra del famoso pintor Francisco de Goya: “La multiplicación de los panes y peces“, “El convite real“, y “La última cena“. Los otros dos fueron pintados por Zacarías González Velázquez (“Las bodas de Caná“), y José Camarón (“El rocío del maná“). Estas obras tienen además el interés de pertenecer a la escasa producción pictórica religiosa de Goya y pertenecen a una época clave de la vida del artista pues a partir de la grave enfermedad que sufrió durante su estancia en Andalucía quedó sordo y su estilo se resentirá de ello, iniciándose una etapa en la que aflora con más fuerza su personalidad creadora.

El Ministerio de Cultura lo declaró Monumento Histórico-Artístico de carácter Nacional en 1981.

La Iglesia del Rosario junto al Oratorio fue también reformada por Valde-Iñigo dándole su actual fisonomía neoclásica. En el exterior presenta una bella fachada coronada con dos hermosas torres y una portada barroca de fines del siglo XVII, obra genovesa. El interior consta de tres naves con retablos laterales, todos de mármoles de colores y estilo neoclásico de gran belleza. En este templo fueron bautizados Manuel de Falla y José María Pemán.

No hay comentarios:

Publicar un comentario