jueves, 10 de mayo de 2018

IGLESIA DE SANTIAGO APOSTOL Y SEMINARIO


Está construida sobre una antigua ermita del mismo nombre, donde se estableció la Compañía de Jesús en 1564. La iglesia levantada por los jesuitas quedó en tan mal estado tras el asalto y saqueo sufrido en 1596 por las tropas angloholandesas al mando del conde de Essex, que hubo de reedificarse, iniciado ahora en el estilo manierista de Vignola para el Gesú de Roma y seguido luego en los planteamientos generales de la gran mayoría de las iglesias jesuíticas. Las trazas de esta iglesia, de 1635, son obra del hermano jesuita Alonso Romero, prolongándose la ejecución de las obras durante unos doce años. 


La fachada principal se encuentra situada hacia la Plaza de la Catedral, y se presenta organizada mediante pilastras pareadas de estilo jónico realizadas con la habitual piedra ostionera, tan característica de esta ciudad. 

Cuenta con dos portadas de mármol de estilo manierista, una en su frente a la plaza y la otra a la calle de Santiago. Y con una sola torre en la esquina entre ambas fachadas, realizada en dos cuerpos de altura, de planta octogonal el superior, y acabada en una singular cúpula con remate bulboso, obra del siglo XVIII. 

La iglesia tiene planta de planta de cruz latina. El cuerpo principal de la iglesia consta interiormente de tres naves donde se distribuyen distintos retablos de rocalla. La nave central se cubre con bóveda de cañón reforzado por arcos fajones, mientras que las dos naves laterales lo hacen mediante bóvedas de aristas. 

Conserva una serie de interesantes retablos barrocos del siglo XVII, siendo el más relevante el Retablo Mayor, obra del maestro ensamblador Alejandro Saavedra, con dorado y policromado realizado por Juan Gómez Couto. Este retablo, que se presenta enmarcado entre dos enormes columnas salomónicas de orden gigante, consta de cuatro cuerpos de altura (tres y el ático), y aparece presidido por una imagen del santo titular, Santiago, en el centro del piso superior, justo debajo del ático que preside la imagen de un Crucificado.


Además, presenta otros dos grandes retablos gemelos, uno en cada cabecera del crucero, y repartidos por la nave central con diversas pequeñas repisas y retablos de estilo rocalla que refuerzan la riqueza decorativa de esta iglesia, correspondiente a los gustos y tendencias del arte rococó. 

Cuenta además esta iglesia con un sótano, primitivo cementerio de la Compañía cuya cubierta es de bóveda de cañón. 


El Seminario de San Bartolomé está contiguo a la iglesia, fue originariamente sede del Colegio de la Compañía de Jesús. Se dispone entorno a tres patios entre los que destaca el principal, que tiene cuatro crujías con arcos de medio punto sustentados por pilares de planta cuadrada. En la segunda planta existe una biblioteca con una estructura de hierro decimonónica con una colección de volúmenes de conventos exclaustrados y una bonita capilla de estilo neogótico.

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